¿Cuántas veces has escuchado confundir vagina y vulva? Es hora de ponerle fin a esta confusión tan común sobre nuestra anatomía reproductiva. Aunque se usan frecuentemente como sinónimos, la realidad es que la vagina y la vulva son dos partes distintas del aparato reproductor femenino, con funciones específicas. Entonces, vamos a explorar la anatomía del suelo pélvico, la importancia del cuidado de los genitales externos y por qué conocer nuestro cuerpo es fundamental para nuestra salud femenina.

Anatomía del aparato reproductor femenino para dummies: hablemos de la vagina y vulva

¿Sabes dónde está tu uretra? ¿Estás segura? Bueno, un porcentaje muy grande de las mujeres desconocen que el hueco de hacer pipí es totalmente diferente al hueco de la vagina. Para comenzar, la vulva es la parte externa de nuestros genitales, es lo que puedes ver y tocar. Está compuesta por el monte de venus, los labios mayores y labios menores, el clítoris, la uretra y la abertura de la vagina, es correcto, son dos agujeros diferentes, el perineo (espacio entre la vagina y el ano) y el ano. Muchas personas se refieren a la vulva cuando dicen “vagina”, pero esto es incorrecto.

Por otro lado, la vagina es el canal interno que conecta el útero con el exterior del cuerpo. Es donde tiene lugar la penetración para el sexo vaginal, por donde sale la menstruación, el lugar por donde introducimos los tampones o la copa menstrual, y también es el canal por el cual nacen los bebés. Su función no es solo sexual o reproductiva; la vagina también es un conducto importante para la limpieza interna del cuerpo, lo que nos lleva al siguiente punto.

Es tiempo de conocer parte de tu anatomía reproductiva ¡La vulva!

Mira la imagen sencilla que aparece a continuación. Ahora, coge un espejo, colocalo entre los muslos e identifica visualmente estas partes en en ti misma.

Empecemos, empieza inspeccionando, desde el monte de Venus hasta el perineol.

MONTE DE VENUS:

Comúnmente cubierto de vello púbico (a menos que lo hayas removido), su función es proteger a la articulación púbica durante el sexo u otra actividad donde esta área de tu cuerpo pueda ser golpeada.

LABIOS MAYORES:

Los labios mayores o “labios externos” corren por los lados derecho e izquierdo de tu vulva. Proporcionan amortiguación a tu pelvis cuando te sientas. Están naturalmente cubiertos de vello púbico y se engrosan durante la actividad sexual.

LABIOS MENORES:

Son los pliegues internos que empiezan encima del clítoris y varían en color y forma según el tono de piel. Son suaves, sin vello y se engrosan y pliegan durante la excitación sexual.

CLÍTORIS:

El clítoris es un órgano altamente sensible que se encuentra justo debajo de donde se unen los labios mayores. Aunque solo se puede ver una pequeña parte desde la vulva, en realidad tiene de 3 a 4 pulgadas de longitud y está compuesto de varias partes, incluyendo un glande, un prepucio, un ligamento suspensorio, un cuerpo y un conjunto de cruras, raíces y bulbos (tiene la estructura muy similar a la del pene). El clítoris está lleno de vasos sanguíneos y nervios para permitir la máxima sensibilidad e ingurgitación durante la actividad sexual, y está protegido por una pequeña capucha de tejido.

VESTÍBULO:

Justo dentro de los labios menores hay un área conocida como el vestíbulo. Es un tejido suave que contiene la abertura vaginal y la abertura uretral.

URETRA:

Justo debajo del clítoris, está la pequeña abertura de la uretra. Aquí es de donde sale la orina.

ORIFICIO VAGINAL:

La vagina es un tubo flexible y muscular que va desde la abertura vaginal hasta el cuello uterino. Durante la excitación, puede alargarse para permitir la penetración.

Tips de cuidado para tu vulva y vagina

Conocer la anatomía reproductiva femenina no solo implica saber los nombres de las diferentes partes, sino también cómo cuidarlas. La vulva necesita limpieza suave con agua y, en general, no requiere productos con fragancias, jabones fuertes ni otros químicos que puedan irritar el tejido. Los labios mayores y labios menores, por ejemplo, son muy sensibles, y una limpieza excesiva o agresiva puede causar irritación.

En cuanto a la vagina, se limpia sola. Sí, lo has leído bien, ¡La vagina se limpia sola! No es necesario usar duchas vaginales, ya que pueden alterar su ecosistema natural y causar problemas como infecciones o sequedad vaginal. Otro mito que es importante derribar es el miedo a que la copa menstrual “se pierda” en nuestro cuerpo. Amiga, esto no es posible, ya que el cuello del útero actúa como una barrera natural, lo que demuestra la sabiduría de nuestro cuerpo y su organización. Asi que relax.

Derribar mitos y tabúes en torno a la sexualidad femenina y la anatomía reproductiva es un paso fundamental hacia una mayor equidad y autonomía en la toma de decisiones sobre nuestra salud:

1. Comprender y cuidar tu anatomía reproductiva, incluyendo la vulva, la vagina y el suelo pélvico, es una parte esencial de tu salud.
2. El conocimiento sobre nuestra anatomía femenina es también una forma de entender cómo funciona nuestro cuerpo, desde los genitales externos hasta los órganos pélvicos internos.
3. Conocer tu cuerpo en detalle te permite identificar posibles problemas a tiempo, como un posible prolapso, incontinencias urinarias o incluso infecciones vaginales, y buscar el tratamiento adecuado.

Si despues de conocerte, identificas alguna anomalia o en tu vulva o vagina, busca ayuda. Algunas opciones que podemos recomendarte, Ser Pélvica, una red de consultorios especializados en fisioterapia pélvica en Colombia, o puedes ingresar a la app Evie Health donde puedes agendar tu evaluación pélvica con fisioterapeutas expertas en salud femenina desde cualquier lugar del mundo. Si buscas productos menstruales de alta calidad, puedes ir a la página web de Beppy, una empresa Femtech, que se especializa en proveer productos innovadores, para que te sientas más cómoda, en todo tu ciclo. ¡Tu cuerpo te lo agradecerá! Recuerda, cuidar tu cuerpo es un acto de amor y de empoderamiento.