¿Queeeee? Resulta que hasta para hacer caca hay que ser un profesional. ¿Alguna vez has sentido que ir al lavabo es una tarea difícil, como si necesitaras una medalla olímpica por la fuerza que hiciste? Si es así, es probable que no estés haciéndolo del todo bien, y no te preocupes, no eres la única. Muchas mujeres desconocen que la postura, la respiración y hasta el tiempo que pasas en el inodoro influyen directamente en el proceso de evacuación. ¡Sí, hasta para esto hay una ciencia!
La postura en el trono importa: es nuestro secreto para que disfrutes de este momento memorial
Hacer caca debe ser una actividad de disfrute y la clave para una evacuación exitosa está en la postura. Mantener una posición adecuada puede relajar los músculos del suelo pélvico, lo que hace que todo fluya mejor (literalmente). Estos músculos no solo sostienen tus órganos internos, como la vejiga y los intestinos, sino que también juegan un papel esencial en mejorar el tránsito intestinal y eliminación.
3 tips que como expertas en salud pélvica te cambiaran las idas al baño:
- El primer paso es escuchar a tu cuerpo. Cuando sientas la necesidad de ir al baño, no retrases esa señal. Ignorar las ganas de evacuar puede afectar a tu aparato digestivo y suelo pélvico, provocando estreñimiento y otros problemas intestinales.
- Una vez en el baño, baja los pantalones hasta los tobillos y siéntate correctamente. Mantén la espalda recta pero relajada, sin encorvarse, y coloca los pies firmemente en el suelo. Idealmente, debes mantener las piernas separadas para estar cómoda y permitir un mejor flujo. Un pequeño truco para facilitar aún más la evacuación es usar un banquito o elevar ligeramente los pies, de manera que las rodillas queden por encima de las caderas. Esta posición imita la postura en cuclillas, que es la forma más natural y saludable para ir al lavabo, ya que relaja los músculos del colon y del suelo pélvico, facilitando el proceso. Esta técnica permite una evacuación más rápida y reduce el esfuerzo innecesario, lo que es crucial para prevenir problemas como hemorroides o debilitamiento del suelo pélvico. Recuerda no es normal pujar o pasar horas esperando que la caca baje.
- ¡Relájate! no hagas fuerza, deja que el cuerpo haga su trabajo. Es importante que evites pujar con fuerza. Hacer esfuerzo excesivo puede dañar tu suelo pélvico y generar problemas a largo plazo, como prolapsos o suelo pélvico caído. La fuerza excesiva ejerce presión sobre estos músculos, lo que puede debilitarlos con el tiempo. Además, el esfuerzo puede aumentar la presión en el recto y causar o empeorar las hemorroides. Para evitar este problema, lo mejor es relajarse y dejar que el cuerpo haga su trabajo. Respira profundamente, en lugar de empujar con fuerza. Inhala y exhala de manera natural, permitiendo que los músculos del suelo pélvico se relajen y faciliten la salida de las heces sin necesidad de forzar. Si sigues estos consejos, notarás una gran diferencia en la facilidad con la que haces tus evacuaciones.
Consejos para mejorar el tránsito intestinal
Si tiendes a sufrir de estreñimiento o sientes que tus evacuaciones no son regulares, hay algunos hábitos que puedes incorporar para mejorar tu tránsito intestinal. La hidratación es clave, así que asegúrate de beber al menos 2 litros de agua al día. El agua ayuda a ablandar las heces, lo que facilita su paso a través del intestino. Además, hay ciertos alimentos que son excelentes para mantener tu digestión en óptimas condiciones. Frutas ricas en fibra, como el kiwi, la manzana y las ciruelas, pueden ser grandes aliadas. Las verduras coloridas en cada comida también son imprescindibles, ya que aportan fibra que ayuda a regular el tránsito intestinal. Estos simples cambios en tu dieta pueden hacer una gran diferencia si luchas con el estreñimiento.
Evita los malos hábitos en el baño
Te pedimos un favor, si tu eres de las personas que pasan largos periodos en el inodoro mirando el celular, ¡es momento de considerarlo! STOP. Pasar demasiado tiempo sentada ejerce presión sobre el suelo pélvico, lo que puede dañarlo a largo plazo. Además, este hábito puede contribuir al desarrollo de hemorroides. La clave está en una evacuación rápida y eficiente, sin distracciones. Entrada por salida. Tómate tu tiempo para escuchar a tu cuerpo y evacuar sin prisa, pero tampoco conviertas el baño en tu zona de descanso prolongada para responder mails o chismosear con tus amigas.
El suelo pélvico y su conexión con la digestión
El suelo pélvico no solo sostiene los órganos internos y participa en el control de la vejiga y el recto, también juega un papel crucial en el proceso de eliminación de caca o desechos como le decimos nosotras. Cuando el suelo pélvico está fuerte y funcional, facilita la expulsión de las heces sin necesidad de forzar. El suelo pélvico también sostiene los órganos del aparato digestivo, como el recto. La unión anorrectal y el plexo pudendo (donde está un nervio muy importante llamado pudendo), tienen una función clave en el control de esfínteres y la evacuación intestinal. Un suelo pélvico debilitado puede hacer que las evacuaciones sean más difíciles, lo que contribuye al estreñimiento y otros problemas digestivos. También puede generar problemas como incontinencia fecal, afectando nuestra calidad de vida como mujer.
¿Cómo saber si tengo el suelo pélvico debilitado?
Algunas señales de alerta incluyen la dificultad para evacuar, o sientes que no evacuas completamente, la necesidad constante de empujar, limpiarte mas de tres veces y aun asi sigue saliendo sucio, o una sensación de incomodidad en la zona pélvica. Si sientes alguno de estos síntomas, es importante que tomes medidas para fortalecer tu suelo pélvico. No es necesario limpiar más de 3 veces al hacer caca, si esto sucede o manchas las pantys de popo quiere decir que no estás evacuando o hay una defecación incompleta asociado a estreñimiento y escurrimiento fecal o soiling.
¿Qué pasa si tengo el suelo pélvico debilitado o caído?
Si tu suelo pélvico está debilitado o caído, es fundamental consultar a un fisioterapeuta especializado. El debilitamiento de estos músculos puede afectar gravemente tu calidad de vida, provocando problemas como incontinencia, dificultad para evacuar y dolores pélvicos. La buena noticia es que el suelo pélvico se puede entrenar y recuperar con los ejercicios adecuados y el asesoramiento de profesionales indicados.
En conclusion, hay muchos factores que pueden dañar nuestro suelo pélvico sin que nos demos cuenta. El esfuerzo excesivo al evacuar, cargar peso de manera incorrecta y mantener una mala postura son algunas de las cosas que pueden debilitar estos músculos. Además, condiciones como el estreñimiento crónico también contribuyen al debilitamiento de esta área. La proxima vez que vayas al bano, presta atención a tu hábitos diarios y realiza los ajustes necesarios para proteger esta parte tan importante de nuestro cuerpo.
Ir al baño de manera saludable requiere de una buena postura, una respiración adecuada y evitar el esfuerzo excesivo. Un suelo pélvico fuerte facilita las evacuaciones y previene problemas como el estreñimiento y las hemorroides. ¡Haz que tu próxima visita al baño sea eficiente y cómoda! Adopta estos sencillos cambios en tu rutina diaria y empieza a notar la diferencia. Si has presentado escapes o fugas involuntarias de heces o flatulencias, estreñimiento o hemorroides, no dudes en buscar ayuda y hablar con expertas en el tema.
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